El estrés es una parte inevitable de la vida. De vez en cuando, todo el mundo experimenta niveles crecientes de estrés. Sin embargo, si no se aborda, el estrés puede seguir acumulándose y afectar a la salud y a la capacidad de afrontar la vida. Este proceso puede ocurrir con el estrés crónico, que se acumula gradualmente a lo largo del tiempo, o con el estrés agudo, que desborda repentinamente nuestra capacidad para afrontarlo. Por eso son importantes el apoyo social y el autocuidado. Pueden ayudarte a ver tus problemas con perspectiva... y a aliviar los sentimientos estresantes.
A veces el estrés puede ser bueno. Por ejemplo, puede ayudarle a desarrollar las habilidades necesarias para gestionar situaciones potencialmente amenazadoras en la vida. Sin embargo, el estrés puede ser perjudicial cuando es tan intenso que te hace sentir abrumado y fuera de control. Las emociones fuertes como el miedo, la tristeza u otros síntomas de depresión son normales, siempre que sean temporales y no interfieran en las actividades diarias. Si estas emociones duran demasiado o causan otros problemas, la cosa cambia.
Síntomas del estrés
La tensión física o emocional suelen ser signos de estrés. Pueden ser reacciones a una situación que te hace sentir amenazado o ansioso. El estrés puede ser positivo (como planear tu boda) o negativo (como afrontar los efectos de una catástrofe natural).
Las reacciones más habituales ante un acontecimiento estresante son
Incredulidad y conmoción
Tensión e irritabilidad
Miedo y ansiedad ante el futuro
Dificultad para tomar decisiones
Ser insensible a los propios sentimientos
Pérdida de interés por las actividades normales
Pérdida de apetito
Pesadillas y pensamientos recurrentes sobre el suceso
Ira
Aumento del consumo de alcohol y drogas
Tristeza y otros síntomas de depresión
Sentirse impotente
Llorando
Problemas de sueño
Dolores de cabeza, espalda y estómago
Problemas de concentración
Consejos para cuidarse
La mejor forma de controlar el estrés en tiempos difíciles es a través del autocuidado. A continuación se presentan las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para gestionar el estrés de forma saludable:
Evita las drogas y el alcohol. Pueden parecer una solución temporal para sentirse mejor, pero a largo plazo pueden crear más problemas y aumentar el estrés, en lugar de aliviarlo.
Busca apoyo. Busca la ayuda de tu pareja, un familiar, un amigo, un consejero, un médico o un religioso. Tener un oído atento y comprensivo y compartir tus problemas y tu estrés puede aliviar la carga.
Conéctate socialmente. Después de un acontecimiento estresante, es fácil aislarse. Asegúrese de pasar tiempo con sus seres queridos. Planifique actividades divertidas con su pareja, sus hijos o sus amigos.
Cuídate.
Seguir una dieta sana y equilibrada
Haga ejercicio regularmente
Duerma lo suficiente
Dése un respiro si se siente estresado; por ejemplo, regálese un masaje terapéutico.
Mantener una rutina normal
Mantente activo. Puedes olvidarte de tus problemas ayudando a un vecino, trabajando como voluntario en la comunidad o incluso dando un largo paseo con el perro. Pueden ser formas positivas de canalizar tus sentimientos.